SAMY ADGHIRNI
DESDE TEHERÁN
El embajador de Irán en Brasilia, Mohsen Shaterzadeh, informó en una entrevista reciente
que las relaciones con Brasil continúan tan buenas durante el gobierno de Dilma Rousseff como fue en el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva. Sin embargo, la tónica que predomina en Teherán es muy diferente.
Las autoridades iraníes sienten una clara distancia y ya existen indicios poco amistosos en dirección a Brasil
"La presidente brasileña impactó todo lo que había hecho Lula da Silva. Rousseff destruyó años de buenas relaciones", declaró a Folha el miércoles pasado, vía telefónica, Ali Akbar Javanfekr, portavoz personal del presidente Mahmoud Ahmadinejad y jefe de la agencia estatal de noticias IRNA.
"Lula nos está haciendo mucha falta", afirmó, en una referencia a la opción de Rousseff, en el cargo desde enero de 2011, por darle menos énfasis a Irán. Javanfekr corre el riesgo de ser preso por supuestas ofensas al líder supremo, Ali Khamenei. Pero el "New York Times describe al portavoz como "una de las figuras más fuertes para divulgar recados [de Irán]."
BARRERAS
La irritación iraní también se nota en las recientes barreras contra los exportadores de carne brasileña.
La Unión Brasileña de Avicultura afirma que las ventas de pollo a Irán, que estaban en alta hasta octubre, pasaron a ser vetadas sin justificativas.
Por otro lado, la multinacional brasileña JBS relata haber sido retenidas miles de toneladas de carne bovina durante tres semanas en un puerto iraní.
La carga solamente fue liberada, días atrás, después de que un representante fue despachado de prisa a Teherán. Importadores de carne iraníes relataron a Folha que Ahmadinejad envió una carta a la aduana ordenando que se disminuya la entrada de cargas de Brasil.
La situación es acompañada con preocupación por el Itamaraty, que asegura que no existen cambios en la programación con Irán.
Sin embargo, según la óptica de Teherán, a su vez, Rousseff se hizo evidente en la votación de la ONU que tuvo lugar en marzo a favor de una investigación sobre derechos humanos en Irán. Lula rechazaba presionar a los iraníes.
Irán también lamenta el hecho de que Brasil haya abandonado los esfuerzos diplomáticos para aliviar la presión en relación al programa nuclear iraní, bajo sospecha de buscar la bomba atómica --hecho que Teherán niega.
En 2010, Lula da Silva hilvanó con Turquía un acuerdo, firmado en Teherán, para permitir que Irán intercambiase parte de su stock de uranio por combustible nuclear. A pesar de responder a las peticiones de EE.UU., el pacto terminó rechazado por las potencias.
Finalmente, Irán se resiente por el desinterés brasileño de promover reuniones bilaterales.
En una reciente gira latinoamericana, Ahmadinejad, al contrario de 2009, no pasó por Brasil.
No hubo invitación ni tampoco Irán sintió que habría tiempo para la propuesta de visita.
El embajador Shaterzadeh menciona un viaje de Ahmadinejad a Brasil este año. Sin embargo, Folha investigó que el iraní debe visitar el país en el ámbito de la cúpula Río+20 en relación a temas ambientales, para la cual todos los jefes de Estado y de gobierno del mundo fueron invitados.
Fonte: Folha.com
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